domingo, 3 de mayo de 2009

Ojos color tabaco.


Extraño muchas cosas de las que tenia antes, la inocencia, la belleza de los momentos y saber apreciarlos, las tardes, la gente, los libros y los juegos, disfrutar un cigarro en el momento justo, solo yo y mi cigarro, la comida de mama, y cuando nos tirabamos en la cama y ella jugaba con mi pelo.
Siempre que leeo algo, ya sea un libro o cualquier cosa con mas de 10 pag. me dan ganas de escribir, esta vez llego a mis manos gracias a ni novia, santiago en 100 palabras libro IV, y tengo que decir que es buenisimo, estoy haciendo una seleccion de los que mas me gustaron para luego publicarlos en el blog, ya pronto estara lista, pero como dije antes , me dan ganas de escribir, y escribi un cuento que quiero compartir con quien se tome el tiempo de leerlo...


OJOS COLOR TABACO

El otro dia perdi mi lapiz, se callo por entre la cama y el muro, con gran dificultad baje de la cama y meti mi mano bajo la misma, los años ya pesan en mi, trate de alcanzarlo con la mano, me asome bajo la cama, pero no podia ver nada, de pronto vi dos pequeños destellos en la oscuridad, lo cual me asusto.
tranquilizate!!- me dije, ya eres un hombre viejo y no hay nada bajo la cama, quiza un raton, pero no le temes a los ratones, verdad?-pense.

Encontre unos ojos esa tarde bajo la cama, unos enormes ojos color tabaco, con pestañas, parpados y todo; Los tome con cuidado, estaban algo resecos por el polvo, la luz que entraba por la ventana les molestaba demaciado, asi que cerre la cortina y contemple su hermosura con la poca luz , la de una tarde de otoño.

Estaba seguro que los habia visto antes, quiza cuando niño, tampoco sabia cuanto tiempo llevaban ahi, y como eran ojos, no pudieron decirmelo, eran de mujer, de eso estaba seguro, con la edad que tengo ya no es tan facil recordar, quiza eran de alguna mujer de mi juventud, o alguna amiga, pero no tenia ninguna amiga que hubiese perdido sus ojos, con intriga comence a hablar con ellos, me miraron tiernamente, como queriendo escucharme, asi fue como comence a contarles mi vida desde pequeño, mis amores y desamores, toda esa tarde desenterre mucho de mi pasado casi olvidado, y lo conte con pasion, mientras hablaba los bellos ojos me miraron todo el tiempo, se sorprendieron con mis historias, reimos y lloramos, fue una de las mejores tardes que habia tenido en mucho tiempo.

Esa tarde les conte mi vida entera, penas y alegrias, sueños y esperanzas, del amor que siempre le guarde a mi madre, la cual murio siendo yo muy pequeño y apenas recuerdo, pero a quien ame por sobre todas las cosas.

Al caer la noche me fui a la cama, con una sensacion de felicidad en mi corazon , deje los bellos ojos en mi mesa de noche y cai en sueño.

Al dia siguiente busque los bellos ojos, pero no pude encontrarlos, solo quedo en el lugar donde los deje unas pequeñas lagrimas que seguramente solto mientras yo dormia, al perder a mi nueva amga me di cuenta lo solo que estaba, de como vivia los dias sin novedad, y decidi cambiar eso, corri la cama que no se habia movida en años, el polvo y el sonido de la madera dejo ver el paso del tiempo, y en lugar de los bellos ojos encontre una llave, antigua y oxidada; Recorri la casa completamente buscando lo que cerraron con ella, me senti denuevo como un niño buscando un tesoro, en la antigua pieza de mis padres estaba imponente un ropero, que relataba historias de tiempos mejores, dos puertas llenas de recuerdos olvidados, cinco cajones con logros opacados por fracasos, y un cajon con llave.

Esa tarde me reencontre con mi madre, sus tesoros estaban esperandome hace mucho tiempo, listos para contarme sus historias, un vestido, un diario de vida y un album de fotos.
Ya no me siento tan solo, los dias ya no son tan largos ni tan tristes, encontre una foto suya, la reconoci de entre las demas, era ella, la de los hermosos ojos color tabaco.


Santiago, 30 de Abril de 2009