miércoles, 30 de junio de 2010

Wise up (Aimee Mann)

No es lo que pensaste
cuando empezaste tenías lo que querías
ahora apenas puedes soportarlo
por ahora tu sabes
que no va a parar
no va a parar
hasta que espabiles

estás seguro de que hay una cura
y finalmente la has encontrado
tu crees, que una copa
va a encogerte hasta que estés bajo tierra
y olvidarlo
pero no va a parar
no va a parar
hasta que espabiles

prepara una lista de lo que necesites
antes de que firmes la escritura
porque no va a parar
no va a parar
hasta que espabiles
no va a parar
así que abandona

viernes, 18 de junio de 2010

Sueño de otoño

Soñé con salir corriendo de estas cuatro paredes, de correr con el sol golpeándome la cara, el viento frió en mi rostro y tu recuerdo en mi mente.
Soñé con correr donde el pasado no deja huella, pero aquel lugar no existe mas, como las pisadas borradas por las olas en la playa, ya se ha ido.
De metáforas en metáforas deambulo para no ser tan directo, para no perderte en mi mente, con palabras hermoseadas trato de dejar de ser humano, y trato ser divino, pero es solo la falsa ilusión de no saber quien soy, ni lo que hago aquí.
Pensamientos nacen de mis dedos veloces, a zancadas mi cabeza va de un punto a otro, como un payaso que equivoco el disfraz, o quizá la función, que se da cuenta que algo malo hay en el, gritando sin poder escuchar, cegado por su absurda vanidad, solo.
Un piano suena en mi cabeza, uno que conozco muy bien, sus notas familiares me dan paz, pudiste haberte quedado-dice ella, me hubiera gustado-dice el, puedes quedarte esta vez? Pregunta, la imagen cesa en una larga toma, con el fondo negro, la nieve, el mar, y la dulce frase al final, junto antes de perderse en la oscuridad, “nos vemos en mountock” , eternos resplandores de unas mentes que alguna vez pudieron tener algún recuerdo, como un niño me veo escucharte cantar “rema-rema”, antes de cambiar de recuerdo, de viajar, de perderme contigo en la memoria, llueve en la pieza, la vieja bicicleta, el agua caer, tu y yo viajando en mi mente, para poder dejar de olvidarte.
Soy él y tu ella, y una y otra vez, volvemos a empezar, de olvidos rescato tu presencia, para hacer las pases y dejar de luchar, de olvidos rescato tu presencia para traerte a mi presente, y volver a intentar.
Como el mas triste de los blues, el mas hermoso de los atardeceres, el verso mas triste que pudiste escribir esta noche, todo se acaba, los astros a lo lejos ya no tiritan, sino que desaparecen, así mi sueño terminara, continuare despierto, viendo la gente caer, queriendo correr a pisar las hojas de los árboles caídos, queriendo que el día ilumine tu rostro, queriendo amarte…

viernes, 11 de junio de 2010

Sueña un pequeño sueño...


Casi nunca sueño, o no puedo recordar lo que sueño, pero la otra noche fue diferente, desperté como las tres y media de la madrugada, dormite hasta las cuatro, me levante al baño y dormite hasta las cinco, me fume un cigarro, abrazado y acariciado por mi mujer caí en sueño de nuevo, el sueño fue el siguiente:

Íbamos en el auto de un amigo camino a la playa, llegamos donde habían un montón de cabañas, mucha arena blanca y agua cristalina, me bajo del auto y corro por la arena hasta llegar a un roquerío, entre las rocas como un río, corría agua formando grandes pozones, me lanzo al agua y empiezo a nadar, avanzando cada vez en las rocas hasta llegar a una gran roca plana, donde me tiendo a tomar el sol, me seco y me sumerjo una vez mas en el agua cristalina, siento una gran paz en el agua y nado hasta quedarme dormido en el agua y boca abajo.

Despierto siendo de noche con el sabor del agua en mi boca, pero algo pesa en mi espalda, una niña pequeña, blanca como el sol, desnuda con su pelito mojado, debe tener como cinco o seis años, al principio pensé que estaba muerta, pero la niña se mueve, y respira, mi mirada hacia ella es de ternura, casi protectora, con mucho cuidado de no despertarla la pongo en la gran roca plana, y la dejo durmiendo para devolverme nadando hasta donde llegue al principio, noto que mi amigo y su auto no estaban, saco mi celular que estaba en mi bolsillo, que a pesar del agua, funciona, lo llamo preguntándole por mis zapatillas, ya que no se por que, pero no tenia las mismas con las que había llegado, el me dice que están en el asiento de atrás, pero esta muy lejos para ir a buscarme, así que me pongo a caminar. Era de noche, las luces amarillas iluminan la población donde me meto, la gente me mira, muros altos y grises adornar la rayada población que atravieso sin miedo de que algo me pase, camino hasta que se hace de día.

Entro en la ciudad donde sabia que una tía tenia un departamento, atravieso una ciudad muy bella, una mezcla entre Antofagasta y Valparaíso, con muchos colores, un día claro, típico del verano, pero no hace calor, se siente en el aire la brisa del mar, la gente feliz pasea por las plazas, se donde me dirijo, busco el edificio donde vivía mi tía, lo encuentro y voy hacia el.

En el lugar había toda clase de personas de todas las etapas de mi vida, compañeros de colegio, amigos, personas que solo vi una o dos veces, mi familia casi completa, primos, primas, tíos y tías, mi madre y mi esposa Samanta, todos hablan, todos ríen, me siento a gusto, me siento feliz, me meto al baño para darme un baño, la ducha estaba rota así que tengo que tener cuidado, por que el agua salta para cualquier lado, me desnudo y me empiezo a bañar, cuando noto que todo el ruido que hacían toda la gente que allí estaba, ceso, el miedo invade mi cabeza, siento un golpe enorme al edificio, tanto así que desencaja el departamento donde estábamos, veo grietas en el techo y polco en el aire, el ambiente se pone tenso en un segundo, me pongo la polera y salgo a mirar que había pasado, cuando por la ventana veo una ola gigante que nos golpea, el agua rápidamente llega hasta el segundo piso, era imposible ver el suelo, a pesar de que el agua es muy clara, la gente, los autos, todo flotaba con gran y estruendosa fuerza, luego en el horizonte veo una ola mas grande aun que la anterior, se acerca velozmente por la línea del horizonte, me invade el miedo, trato de buscar a Samanta, la veo al borde de la ventana, yo estoy parado en la puerta mas lejana a las ventanas, puedo ver a todo el mundo parado sin reaccionar, todos atónitos mirando la gran ola acercarse, les grito a todo el mundo –CIERREN LAS VENTANAS!!!, pensando que eso podría evitar que el agua entre, avanza y avanza hasta golpearnos, siento tan fuerte el golpe que saca el cuarto donde estoy, desencajándolo del resto del edificio, los muros se rompen y el agua se lo lleva, a mi y a los ocupantes flotando por la ciudad, mientras el agua destroza todo a su paso, matando gente y derrumbando edificios uno tras otro, la gran ola avanza con nosotros encima por la ciudad, que esta llena de subidas y bajadas, la ciudad muere lentamente.

Flotamos por horas hasta llegar con el agua muy disminuida hasta las cercanías de un lago, un sauce enorme se ve junto a un camino de tierra que el agua no alcanzo a mojar, mi primo, mi hermano y yo, nos vamos de ese lugar de vuelta al departamento, o al resto de el, mi madre, mi esposa y una tia se quedan, no pueden acompañarnos al lugar donde yo pensaba podríamos encontrar algo que nos sirva, ya sea alimento o herramientas, por que pensé que después de la gran ola y la destrucción vendría una gran escasez. Luego de caminar los tres por horas por ese camino de tierra, nos encontramos con una gran duna, el día estaba oscuro, tanto que los sobrevivientes que trataban de escalar esa duna lo hacían con linternas, tengo esa imagen de la gente escalando iluminando su camino, como hormigas en una enorme duna negra, miles y miles tratando de llegar al otro lado sintiendo miedo e incertidumbre, por un instante me siento cansado pero seguimos escalando entre la gente, que era mucho mas lenta que nosotros, al otro lado de la duna se alzaba un gran puente lleno de autos parados imposibles de avanzar, un montón de gente nerviosa, herida y excitada, todos tratando de entrar a la ciudad por aquel puente, pasando por encima de los autos que allí habían, cargando de sobremanera una parte del puente, las luces de los autos iluminaban aquel día tan oscuro, gritos, llantos, desesperación.

De pronto una parte del puente cae, arrojando toda una fila de autos al vacío, yo me subo a un auto que arranca a toda velocidad por el espacio que dejaron los caídos, lo ultimo que veo es a mi hermano por el vidrio de atrás, su imagen se aleja muy rápido, estira su mano, veo su cara y se que debo continuar, nunca mas lo vuelvo a ver. Mi primo al volante y a gran velocidad empieza a esquivar a los autos que estaban delante de nosotros estamos a un paso de entrar cuando en una mala maniobra estrella el auto, pero lo habíamos conseguido, entramos a la ciudad. A el tampoco lo vuelvo a ver mas.

Una vez en la ciudad corro para llegar al departamento, sin saber bien lo que encontrare ahí, lo único que se, es que tengo que llegar a el, las imágenes son muy rápidas, no me siento cansado ni nervioso, pero quiero llegar. En la carrera me topo con un niño pequeño, que me dice que debo entrar a un edificio, corro por la entrada hasta llegar a un pasillo muy largo, una única puerta adorna el escenario, al final del pasillo la puerta roja se asoma, cuando entro me encuentro con un cuarto con poca luz, negros son los muros, y en sus paredes, globos y mascaras alusivas a Halloween , calaveras y calabazas, veo gente extraña, como yo en algún momento de mi vida, vampiros y góticos, con sus ropas extrañas, me miran fijamente a la cara y me siguen en todos mis movimientos, me siento extraño, de pronto el niño aparece, yo lo miro y le digo-yo no tengo que estar aquí!, salgo corriendo de vuelta por aquel largo pasillo, que esta vez se hizo mas largo aun, un sentimiento de excitación me aborda, por primera vez en mi sueño me veo preocupado, logro salir del edificio y sigo corriendo, atravieso la ciudad destruida y en ruinas, basura, vidrios rotos, fuego, miedo y desesperación es lo que veo, avanzo hasta que logro llegar a la orilla de algo que parece un gran lago, en el medio, se alza el edificio sumergido hasta la mitad, desde lejos puedo ver el espacio que antes ocupaba el cuarto en el que viajamos por la ciudad, pero cientos de metros me separan de el, al parecer el suelo alrededor del edificio había hecho un gran hoyo, se veía el agua, cristalina aun, cubierta por escombros y cuerpos de personas que habían muerto seguramente con la primera ola, madera, basura, concreto y toda clase de cosas que no alcanzaban a obscurecer el agua, me lanzo para llegan nadando a la ventana, el agua había llegado junto a la ventana del tercer piso y se podía ver el cuarto que faltaba, que estaba miles de kilómetros mas lejos.

Cuando logro llegar al departamento entro por una ventana rota, miro todo a mi alrededor, lentamente repaso los muros, los pilares gastados, el techo roto, la madera colgando, grietas y escombros, siento una paz que me llena el ser, cierro los ojos y me relajo, siento el sol calido mientras se esconde, miro el horizonte, y despierto…


martes, 1 de junio de 2010

Copia en el himno nacional

El editor del periódico Ultimas Noticias de Venezuela, Eliecer Diaz Rangel , publicó en una de sus columnas antecedentes que apuntan a que el Himno Nacional chileno tuvo su origen en una pieza compuesta en Venezuela y que data del siglo XIX.

Según cuenta Díaz Rangel, entre un lote de partituras que permanecían guardadas desde 1938 en la Biblioteca Nacional de Caracas se encontraban unas obras escritas en una hoja, en ambas carillas, tituladas "Canción nacional N° 1" y "Canción nacional N° 2". El manuscrito databa del período entre 1827 y 1830.

El funcionario de la BN Ignacio Berrto, junto al compositor e investigador Diego silva, se preocuparon de curar los materiales encontrados, y ensayando la segunda de las obras se percataron de lo distinto que sonaba en comparación con la actual Canción Nacional venezolana.

Por medio del tenor Andres Algara, la pareja de investigadores tomó conocimiento el 2008 que la melodía que les sonaba ajena a sus oídos era similar a la que hoy es reconocida Chile como el Himno Nacional.

De la investigación de Barreto y Silva afloró que en 1827 el embajador de Chile en Londres, Mariano Egaña, envió una nueva versión de la composición a Santiago, posteriormente tuvo una modificación por su espíritu anti español solicitada por el presidente Bulnes en 1841 y luego fue reestructurada en 1867.

Incluso Andres Bello es barajado como uno de los posibles compositores de la obra: según cuenta el editor de Utimas Noticias, el académico que permaneció en el consulado de Chile en Londres por varios años en ese entonces pudo haber colaborado en la composición.

Díaz Rangel afirmó que los investigadores venezolanos han mostrado interés por revelar el vículo real de ambos himnos con músicos chilenos y funcionarios de la Biblioteca Nacional de Chile, pero no han obtenido respuestas concretas.

En Chile, la versión oficial señala que la Canción Nacional fue compuesta por Eusebio Lillo en la letra, y Ramon Carnicer por el lado de la música.

Noticia sacada del portal de cooperativa.cl

La verdad no he tenido tiempo para pensar la noticia, pero no deja de ser raro, por decirlo menos, cual seria el futuro de nuestro himno nacional si se descubre con pruebas reales que el un plagio o copia del himno 2 de Venezuela, habra que cambiar el nuestro??, seria muy triste que nos pille en bicentenario sin un himno propio, lo peor es que no se podria buscar a los responsables ya que estos se llevaron el secreto a la tumba.

Abajo dejo el link con el audio, para que vean que la "similitud" es realmente notable.

http://www.cooperativa.cl/prontus_nots/site/artic/20100531/pags/20100531132052.html#T0