lunes, 26 de marzo de 2018

Jaime

Aveces suelo apagar la música para escuchar mis pensamientos, para entender un poco por que me siento como me siento, aveces me encuentro razón, aveces no.
Ayer que enteré que tengo dos hermanos, hijos de mi padre que no veo hace casi 10 años, de 3 y 5 años respectivamente, que de encuentran en dependencias del CENAME porque mi padre sigue siendo él, y no ha cambiado en nada.
Y eso no debería importarme para nada; tengo restricción emocional selectiva, y según una evaluación primaria de mi psicólogo, posiblemente sea por que tengo una personalidad esquizoide, en resumen, que todo me da mismo.
Como sucedió? Pues, como mi padre golpeaba a mi madre mientras me tenía en su vientre, tengo una deformación de mi lóbulo frontal que regula las emociones, no siento el mundo como los demás, soy frío y no tengo la necesidad que estar con más gente de manera natural. Eso como contexto, ahora bien, mis nuevos hermanos... no sé sus nombres, no sé nada de ellos y me confunde, no tengo los recursos para poder ayudarlos y tampoco sé si quiero hacerlo, me he repetido 100 veces esta mañana que NO es mi responsabilidad arreglar los problemas de mi padre, lo que yo he pasado he tratado de revertirlo volcandome por completo a mi hijo, que tenga lo que yo no tuve, pero la aparición de esos niños me hace re plantear todo, porque no es justo tampoco para ellos, y sigue sin ser mi responsabilidad pero me cuesta pensar en no hacer nada, ya habíamos decidido no tener mas hijos, y yo estoy tranquilo de esa manera, dedicándome a mi hijo Ian, pero tampoco me gustaría saber que esos niños lo están pasando mal, que siguen pasándolo mal.
Lo único que nos une es el mismo mal padre con una enorme diferencia, ellos no tienen la mamá que yo tengo.