martes, 26 de mayo de 2009

Santiago, la ciudad que muere...


Vivo en Santiago de Chile, amo esta ciudad, he tenido la oportunidad de viajar y conocer un poco mas de Chile, la verdad nunca he sido muy patriota, creo que por debajo de la media, pero aun asi me ha gustado recorrer esta larga y angosta faja de tierra.
He estado en Serena, Coquimbo, Los Vilos, Parral y las Camelias, El Quisco, El Tabo, Talca, Antofagasta y Puerto Montt y la verdad no cambio Santiago por nada.
Cada otoño e invierno es igual, esta mas que dicho, "la ciudad se vuelve gris", y es verdad.
Ya lejanos quedaron los colores vivos de la primavera y el verano, solo aveces se pueden ver, en esos descuidos de otoño, en que el sol es protagonista;En el otono tambien se pueden ver el paso del tiempo, carteles de Zalaquet que han perdido su color, acostumbrados a ver los carteles que dejo de su campaña electoral el año pasado, ahora rotos , mojados y viejos cuelgan por las calles de Santiago. Tambien los muros, pintados con grafitis y tags pierden su color, se sueltan y mojan tambien los papeles que algun hip-hopero dejo pegado en alguna micro, caen al suelo , un suelo mojado y de hojas pegadas en el cemento.
Micros sucias y vidrios de departamentos antiguos sin limpiar, en la esquina, aceite de grasa de pollo irviendo esperando sopaipillas freir, gorros de lana, frio, mucho frio, desagues sin limpiar, rios en vez de avenidas y toda la gente en sus casas, los que van en las calles corren para no ser mojados por el invierno, y al final, una tenue luz amarilla de algun poste olvidado, cubierta por la niebla, la señal que la ciudad ha muerto, ese exquisito olor a niebla...

Una cancion para el invierno, Sara Bareilles/ City