jueves, 24 de diciembre de 2009

Reflexion de navidad

Al preguntarles a mis compañeros del trabajo sobre los regalos para sus hijos, las respuestas fueron variadas, desde un auto a control remoto, hasta una barbie, casi el mismo abanico que se maneja todos los años, con entusiasmo comentaban los regalos que habian comprado y cuanto les habia costado, casi como si fuesen para ellos, despues les pregunte por el regalo a sus señoras, el abanico fue igual de variado, perfumes, chocolates (eterno comodin), flores, ropa, carteras, etc.
Luego de eso les pregunte que habian pedido ellas en realidad, y no el regalo que ellos les tenian, la respuesta se demoro en hacerse presente, el primero y mas osado dijo "que no llegue curado", dos asintieron con la cabeza, otro dijo "que lo pase con ellos", "que no sea igual que el año pasado", " que llegue a la hora", "que al otro dia pase a buscar al niño".
Una a una las respuestas bien poco tenian que ver con los perfumes y chocolates que ellos les tenian, eran mucho mas profundas que las cosas materiales, donde las mujeres de ellos cambiaban las carteras y flores y pedian que él llegase a la hora y sobrio. Mucho pedir??.
Me dejo pensando mucho en como son las vidas de mis compañeros, en donde una noche para compartir, sobrios, y pasarlo bien se transforma en el mejor regalo de navidad. Donde una vida determinada por el alchol puede desvanecer cualquier intento por pasar, al menos una vez en el año, una noche buena.