lunes, 9 de septiembre de 2019

Inside

Otra vez esa pregunta.
Sé que me está hablando pero su voz se vuelve difusa, se pierde en el aire. Su rostro como sus palabras también se vuelven ilegibles, casi fantasmal.
Parece ser serio, quizá importante, asiento con la cabeza a lo que parece ser un consejo, mis oídos están en una burbuja donde sólo se percibe el silencio.
— ¿Me estás escuchando?— hace un gesto con la mano para llamar mi atención— ésto de verdad es importante.
— Lo siento, deben ser los medicamentos
— Lo entiendo, te lo preguntaré otra vez, ¿Has tenido ideas suicidas ésta semana?
— No, creo que estoy mejorando— miento.
— ok, eso está bien, muy bien, y ¿Algo que quieras compartir?
— Anoche soñé con mi hijo, ¿Cuándo podré verlo? — noto algo en su expresión, cree que no lo sé— ya ha pasado mucho, lo extraño.
— Bueno... Para eso son estas evaluaciones
— ¿Y cuando cree usted que podré ir a casa?— aunque conozco la respuesta, solo quiero incomodarlo
— Lo que yo crea no tiene importancia, tu caso se evalúa en una junta.
Percibo como empieza a golpear su cuaderno con el lápiz de forma compulsiva, sin duda miente, igual que yo, ambos sabemos que no saldré de aquí y solo estamos jugando un juego, midiendo fuerzas. Me encantaría medir la cantidad de fuerza necesaria para incrustar ese lápiz en su cráneo.
— Si, lo entiendo— nieblo la mirada, mi cabeza apunta al suelo.
— No te pongas así, siempre hay esperanza
— Si lo sé — (¿De dónde sacaron a éste tipo?).