lunes, 15 de junio de 2015

Miedo

El problema es por nuestros padres.
Sería fácil tildar de esa forma el problema que acarrean las parejas para así poder justificar ese miedo al compromiso tan presente en las actuales generaciones pero, es realmente así?
No crecí pensando en que algún día me darían ganas de contraer matrimonio, eso es un hecho, pero uno cambia con los años y muy de a poco va rompiendo con las taras que nos dejaron nuestros padres. Si, vengo de padres separados como mucha más gente que conozco, presencié cuando se aprobó la ley de divorcios y de como la gente se volcó a tribunales para así obtener el tan preciado resquicio.
Desde la comodidad de un matrimonio inmerso en la rutina y la falsa seguridad que da la misma, he visto como mucha gente se ha separado por muy diversos casos, y uno saca conclusiones a partir de las constantes, constantes que, a todas luces pueden ser evitadas cuando uno tiene las ganas de, primero, identificarlas, y después de hacer algo en contra ellas.
Desde el aburrimiento hasta la falta de deseo, rutina, cansancio, tiempo, espacio y un montón de ejemplos que yo mismo he ocupado para intentar justificar una verdad innegable, hemos cambiado y los que se enamoraron ya no somos nosotros.

Que nos impulsa?
Estar solo en las buenas  sería demasiado fácil, junto con el matrimonio viene una responsabilidad de las cual yo mismo no entendí al principio, falle mil veces antes de darme cuenta lo que realmente significaba estar con alguien para el resto de la vida y por sobre todo, serle fiel.
El principal motor: el compromiso.
También es cierto que con los años vamos perdiendo la capacidad de reinvención y aveces sólo quieres estar tranquilo, con quien sea al lado, pero tranquilo.
Hemos caído en el error de nuestros padres.

Lo que me motiva hoy a escribir estas líneas es la forma poco comprometida que veo en todas partes, partiendo a mi parecer del egoísmo y el miedo más que la rutina y el cansancio.
Hemos contribuido a crear una juventud egoísta basada en relaciones desechables, donde el miedo a una relación los pone de frente con máscaras para no mostrarte vulnerables, para evitarse cualquier clase de dolor, con miedo al compromiso a tal punto que un "te quiero" te deja demasiado expuesto, con valores alterados donde es mas fácil que una pareja tenga sexo a que se den la mano en la calle, de frente a la gente, donde los sentimientos son algo tan propio que se blindan y no se comparten con nadie, y es todo tan evidente que incluso se hace humor con este tema no evidenciando que es un problema real y latente, en un país donde 1 de cada 5 hogares son monoparentales, con zonas más extremas donde 1 de cada 3 familias es dirigida sólo por la madre, es imperativo "al menos" pensar en que nos estamos equivocando como sociedad, nos preocupamos el mundo que le dejaremos a nuestros hijos, pero no de los hijos que le dejaremos al mundo.

El miedo.
Partamos de lo básico, que es el miedo?
Desde el punto de vista biológico, el miedo es en esquema  adaptativo, un mecanismo de defensa y supervivencia que permite la correcta adaptación del individuo en el medio que lo rodea, tanto social/cultural como psicológico.
Al ser el miedo parte de la organización social desde la base del sistema educativo, se considera un pilar en los procesos socializadores, en otras palabras, se enseña y se aprende.

El miedo al compromiso suele manifestarse en personas inmaduras y/o poco autónomas, el tener que tomar la desicion de comprometerse con alguien les provoca miedo, ya que habitualmente han sido protegidos de tomar responsabilidades.
Personas muy exigentes, su tendencia al control podría generar angustia al tener que compartir decisiones con la pareja.
Personas con dificultades para expresar emociones por miedo a exponerse y quedar vulnerables o algún complejo de inferioridad, también con la autoestima baja, siendo las más propensas por considerarse poco atractivas o estár disconformes con su cuerpo.
Personas que han tenido y/o presenciado malas experiencias que, somos todos, estas últimas aúnan un poco de todo lo mencionado anteriormente, se protegen con una coraza que impide demostrar sentimientos por un miedo irracional a la intimidad, el pasado contamina el presente disparando emociones venenosas como el propio miedo e  inseguridad, creando en algunos casos depresión y angustia, vemos por todos lados relaciones tormentosas y parejas quejándose todo el tiempo y es natural pensar, porque alguien iba a querer pasar por eso si se puede evitar?, es nuestra actual tarea demostrar que las relaciones, por muy complejas, pueden funcionar, soltar viejas trancas y taras mentales, dejar de lado las relaciones ajenas y tomar todo, por difícil que parezca, con esperanza, debemos preocuparnos también por la imagen que proyectamos, no es una tarea fácil, mientras mas empinada es la cuesta, mas gratificante es llegar a la cima.

No quiero parecer anticuado ni chapado a la antigua, solo exponer un tema que me molesta en la cabeza y esta vitrina es un descargo para mi, no se trata de crear una sociedad mas inclusiva e igualitaria, sino más responsable, menos cobarde y menos egoísta no mirando donde avanzamos con individualidades, ni siquiera como sociedad, sino como especie.