sábado, 23 de mayo de 2015

Violeta.

De cara alargada sentada, saliva tragaba. Violeta no cantaba,  garganta apretada.
Miró, pensó, negó y lloró...
Se levantó, caminó y se cansó, en la cama recostó, acomodó y durmió.
Esperaba acostada al Ada de su sueño sacara y ayudara a que aquel mal no aquejara.
Dolorosos rotos todos los huesos astillosos, sollozos insonoros.
A falta del Ada, la muerte anunciaba esa noche cobraba deuda atrasada.
Ojo soltó lágrima que cayó, por su cara rodó, arrugas recorrió, mejilla humedeció, aire atravesó y al suelo cayó.
El Ada atrasada sin queja miraba a Violeta acostada, la Muerte cobraba...
deuda saldada.