jueves, 2 de diciembre de 2010

Confeciones 4

Como hacer para afrontar la realidad sin que ésta te consuma?
Hace tiempo que esa se volvió mi tarea diaria, la forma de escapar a los problemas y a las responsabilidades, pero en cierto lugar te encuentras con que ya no eres un niño, ya no mas, y por mas que quieras evitar todo, no se puede, para ser un loco en esta ciudad, hay que tener mucha plata.
Entonces que es lo que queda, en mi caso es tomar mi bicicleta y pedalear hasta quedar sin aliento, con ganas de no bajarte más, escuchar la banda sonora de tu vida, y ver a la misma correr, entre los autos, entre los árboles, entre la gente…
Encerrado en estas cuatro paredes espero la hora de salir, solo para pedalear un instante más…para escapar.
Donde estará mi ángel de la guarda en estos momentos, estará en casa cuidando a mi gato, estará en el baño sacando la vuelta, o es solo que la vida es así de injusta, por que las películas nos enseñan a estos entes que te cuidan y protegen como en Un ángel enamorado, que están en todos lados y al morir te preguntan que es lo que mas te gusto de la vida, si me preguntaran ahora, la respuesta sería complicada, si preguntarán así como para mejorar las versiones futuras de la vida, que fue lo que menos me gusto, pues la injusticia.
Es como dice el Coco Legrand en una de sus rutinas, en No voten por mi, cuando se tira de candidato el wn de pueblo, el torrante, el que dice “cuando sea presidente voy a crear el ministerio de la injusticia, puta por que el otro, pasa lleno no má’!”

Quizá si es como dicen los adventistas, que vivimos en el séptimo día en donde Dios descansó, y ya nada mas se hizo por nosotros, por nosotros los asalariados claramente, por que a los otros, se les pueden caer el mundo pedazos y tendrían el dinero para mandarlo a poner de nuevo, como en la película 2012, si tienes dinero vives, si no, mueres solamente, trabajando día a día… la ONU debería considerarlo tortura no?
Se supone que la esclavitud se acabó hace mucho tiempo, o al menos eso es lo que se piensa, pero de eso nada, aun aquí en Chile mucha gente sobrevive con el sueldo mínimo, y eso que ahora no son los $130.000 que me pagaban a mi cuando empecé a trabajar, ahora ha subido un poco, pero la expresión sigue siendo la misma, sobreviviendo.
Será que esta mal pelado el chancho?
Tal vez es que nosotros nunca tuvimos real acceso al chancho, pero para no sentirnos tan mal con nosotros nos inventamos en la cabeza que una tajada de eso nos corresponde, como se dice en buen chileno “como vamo’ ahí compadre?”, y en realidad nunca fuiste ahí… triste.
Peleando en la casa me di cuenta que la injusticia esta en todos lados, incluso yo la promuevo, a pesar de odiarla laboralmente, tengo que aceptarla domésticamente, que hacer cuando los sueños se van como la lluvia en una tarde de primavera?
Pues solo te queda sentarte a mirar el domingo correr.
Quizá es que tengo la cabeza muy loca, pienso muchas cosas a la vez, una mente vagabunda que recorre los confines de esta ciudad, mientras el ruido de las máquinas ensordecen el reloj que imperdonablemente marca como el día se te va, y no hiciste nada hoy para ser un poco más feliz.