Admitiendo por primera vez algo que sus críticos han afirmado durante años, autoridades del sistema de bienestar infantil de la Florida (EEUU) declararon que a menudo los cuidadores de los niños bajo custodia estatal usan potentes psicofármacos para manejar a los muchachos difíciles, en lugar de tratarlos.
Gabriel Myers se colgó del cabezal de una ducha el 16 de abril en la casa de Broward donde estaba bajo custodia estatal. El había estado bajo custodia estatal desde junio del año anterior, cuando se encontró a su madre muerta en su carro, rodeada de narcóticos.
Cuando The Miami Herald reportó que a Gabriel se le habíanestado administrando varios psicofármacos vinculados por los reguladores federales a efectos secundarios potencialmente peligrosos, George Sheldon, secretario del DCF, nombró a un grupo de trabajo para que estudiara los cuidados recibidos por el niño, así como el uso de drogas psicotrópicas por parte de la agencia en general.
Mientras la vida del pequeño se deshacía a su alrededor, los trabajadores sociales tomaron copiosas notas y documentaron cada nuevo acontecimiento.
Pero, según el informe, "en ningún momento hubo una actitud urgente que motivara a las agencias e individuos responsables del bienestar de Gabriel Myers'', y "nadie asumió el papel de padre o madre para él''.
Aunque Gabriel estaba en contacto frecuente con terapeutas y un psiquiatra a los que losrefiriera la agencia, el informe afirma que la "terapia intensiva'' se proponía casi exclusivamente prevenir el retorno de conductas sexualmente inapropiadas que pudieron resultar de haber sido agredido sexualmente en Ohio, siendo muy pequeñofuente: emol.com
