lunes, 18 de junio de 2012

Amor y otras drogas.

Los semtimientos tienen esa capacidad de cambiar muy rapido, pueden ir de un punto a otro sin respetar las leyes de la fisica, sin espacio ni timpo, sin materia y lo que es peor, casi sin razon. Como al principio del pololeo, una mirada, un gesto, pueden desatar tantas cosas en tu cuerpo, al princio siempre son buenas, al correr del tiempo ya no lo son tanto...
Segun la University College London el amor que llaman "romántico" como el maternal producen los mismos efectos en el cerebro, suprimiendo la actividad neuronal asociada con la evaluación crítica del prójimo y las emociones negativas, también demostró que el amor puede provocar reacciones químicas similares a las de la cocaína o la velocidad.
Como se hizo el estudio, pues escanearon los cerebros de veinte mamás jóvenes mientras ellas observaban fotos de sus hijos, otros niños conocidos y amigos adultos. En todos los casos, el patrón de funcionamiento de la actividad cerebral fue similar al de las personas hechizadas por el enamoramiento: eliminación casi total de la apreciación crítica de nuestros seres más amados.
El mismo experimento, realizado con animales, llevó a resultados similares. El jefe del equipo de investigación, doctor Andreas Bartels, encontró una explicación sencilla para el fenómeno: es fundamental que tanto el amor romántico como el maternal sean vistos por el cerebro como algo extremadamente positivo. De otra manera, la especie dejaría de propagarse. 
Los "extraños" efectos de los flechazos de Cupido no terminan ahí. Un grupo de investigadores italianos, que estudió a doce mujeres y doce varones que se enamoraron en los seis meses anteriores, comprobó que los hombres disminuían sus niveles normales de testosterona... mientras que el de las mujeres aumentaba.
"Los hombres, de alguna manera, se habían vuelto más parecidos a las mujeres, y las mujeres a los hombres", explicó la doctora Donatella Marazziti, investigadora de la Universidad de Pisa, a la revista de divulgación científica New Scientist.
Las conclusiones de Marazziti avalan las del equipo de UCL: "Es como si la naturaleza quisiera evitar lo que puede crear diferencias entre hombres y mujeres, ya que es tan importante que la relación sobreviva en esta etapa".
los efectos inesperados del amor no terminan ahí. El doctor John Marsden, director del Centro Nacional de Adicciones del Reino Unido, anticipó a la cadena de noticias BBC que la dopamina -la sustancia producida por el cerebro cuando está excitado- produce en el cuerpo los mismos efect os que la cocaína o las altas velocidades.
"La atracción es realmente como una droga. Te deja queriendo más", dijo el doctor Marsden.
Básicamente, el cerebro "se incendia" cuando la persona empieza a hablar con alguien que encuentra atractivo.
El corazón empieza a latir tres veces más rápido que lo normal y bombea más sangre a las mejillas y a los órganos sexuales, con los conocidos "hormigueos en el estómago" como resultado.
Sin embargo, tal como sucede con la cocaína y la velocidad, "el efecto" es solamente temporario, o dura como máximo entre tres y siete años.
 El futuro de la relación, entonces, comienza a depender de factores mucho más profundos que un conjunto de hormonas y de caprichos cerebrales.