sábado, 15 de mayo de 2010

Hablando de viejos...


Encontré dos viejos el otro día en la calle, al parecer no se veían hace días, se saludaron y se pusieron al corriente, hablaron de la última semana, y de cosas tribales, pero lo que me llamo la atención fue la conversación que tuvieron por problemas de salud, uno de ellos relató con exactitud medica todos los medicamentos que toma, sus dolencias, el resultado de dicho medicamento valor comercial y hasta donde podía comprarlo. El otro muy animado continúo con el mismo tema, el primero llevaba varios días con un dolor en la rodilla, el otro en la cadera, un brazo y no dormía bien, el primero le receto algo para dormir, y le recomendó su remedio, ya que pasa sus dolores le hacían muy bien. La conversación duro 10 minutos.
Pensé -es que los viejos no pueden hablar de otra cosa que no sean remedios??
Es esta sociedad es muy duro llegar a viejo, principalmente por que nadie te quiere, pasas a ser un cacho, literalmente un cacho, y, si creemos en las teorías mas conspiratorias, el gobierno te enferma poniendo sustancias toxicas el los alimentos y el agua que tras los años debilitan tu cuerpo haciendo que te enfermes cada vez mas, mejores cada vez menos y mueras cada vez mas rápido. Suponiendo claro que creamos en eso, es una difícil tarea.
Dicen que pasas un tercio de tu vida como niño, otro tercio como adulto y el último tercio de nuevo como niño, lo que hace menos atractivo que tu hijo profesional de clase media emergente quiera tenerte en su casa, suponiendo que tengas contacto con el, ya que llegar a viejo implica muchos factores que también pueden determinar tu soledad o compromiso departe de los hijos.
Podemos ver claramente a dos tipos de viejos, los que han trabajado en su familia durante toda su vida y en vez de terminar solos son los abuelitos dominicales, los que llegan a las 9 de la mañana a golpear la puerta de la hija o hijo, juegan con los nietos, los llaman para navidad y los ven en año nuevo. Como toda su vida la trabajaron puede que tengan una casa propia, la que alguna vez albergó a sus hijos los que con el tiempo se van, aún tienen que trabajar por que la jubilación es muy poca para los gastos sobre todo de los remedios, continúan trabajando hasta ser realmente viejos para dejarlo, mas encima que en Chile se jubila a un edad (según yo) muy tardía, muy tarde para viajar, muy tarde para pasarlo bien, muy tarde para disfrutar y vivir. Estos mueren después de muchas enfermedades y sufrimientos, siempre surge alguna complicación en hospitales públicos, son enterrados por hijos y nietos, son recordados un par de años, después son olvidados.
Los otros tipos de viejos son los que están apartados de la sociedad, los marginales, los que viven en la calle, los que por los actos que tienen en su vida terminan solos, lejos de cualquier familiar, alcohólicos, muchas veces los veo en la calle, viviendo la vida salvaje, sin ley, vestidos con ropas viejas y añejas, borrachos y perdidos, mendigando cariño, pero… que pudo haber causado que terminaran así? son ellos mismos causantes de su propia desgracia? Realmente preferirían otra cosa a la calle? Como no poner atajo a esto antes?
Pero siempre escuchamos lo mismo, le gustaba el copete, siempre fue malo, no tenía a nadie.
La conclusión que saco va más allá del tema social, es sobre el tema de salud, que de eso partí hablando, y la idea tampoco es tan gueona…
Los curaitos de la calle se enferman menos, y tienen huesos mas resistentes, tal vez es el alcohol el que los conserva mejor, por que pueden quedarse dormidos en la calle, en invierno y verano, andan sin zapatos y nunca se resfrían, pasan días ayunando, se ven sanos y felices, no se esclavizan pagando hasta la muerte una casa, duermen donde quieren, o ponen su “casa” donde mejor les acomode, no gastan plata en remedios caros ni milagrosos, solo $100 para la cañita!!
Muy en lo profundo creo que los viejos de la calle son un ejemplo para el hombre moderno, son seres que solo con los desperdicios de otros les basta para vivir y ser felices, no digo que vivan extremadamente bien, pero he visto mas felicidad en esos hombres que en muchos de mis compañeros de trabajo, quienes las deudas y los problemas de la vida que eligieron los cega para no ver lo maravilloso que es vivirla.